Kylian Mbappé vivió las últimas horas del mercado de fichajes en la concentración de la selección francesa. La cautela en lo referente a su futuro, al menos públicamente, ha sido una de las cosas que más ha llamado la atención. El galo ha mostrado una enorme profesionalidad, dedicándose a hacer oídos sordos a las informaciones que volaban desde Madrid y París. Todo por un motivo: el miedo a las represalias de la afición del PSG.
El jugador mantuvo su negativa a renovar, lo que propició que el Real Madrid se lanzase a por su fichaje, llegando a ofrecer 200 millones de euros por hacerse con sus servicios. La directiva qatarí mantuvo su negativa hasta en tres ocasiones, sin dar una respuesta clara a los madridistas. Aún así, y pese a su deseo de salir este verano de la capital francesa, Mbappé no realizó declaración alguna para forzar su salida.
Mbappé no se pronunció claramente, aunque sí que compartió una publicación en sus redes sociales en las que era más que claro. Sobre una imagen suya se leía «reprograma tus sueños para dentro de poco». Algo que borró al instante. El jugador, ante la reiterada negativa del PSG a venderlo, no quiso hacer un guiño mayor al Madrid, más allá de la conversación que tuvo con la cúpula gala anunciándoles que no quería renovar y que quería poner rumbo al Bernabéu.
Pese a que el jugador ha llevado su futuro con máxima discreción y respeto hacia su club, en lo que ha sido considerado como un ejemplo de profesionalidad por su parte, ha sufrido ya las represalias de su afición. Durante su presentación en el Parque de los Príncipes, día en el que se hizo gala de las nuevas estrellas del club, como Ramos o Messi, el francés sufrió una tremenda pitada.
Cuando salía al césped, en la previa del estreno liguero de los parisinos ante el Estrasburgo, fue recibido con abucheos por parte de los presentes en las gradas del estadio. Todo esto, cuando había rechazado la renovación pero aún la operación de su fichaje frustrado por el Real Madrid no estaba en plena ebullición. Si entonces ya vivió un infierno, qué le podría esperar al jugador si se hubiese pronunciado acerca de su deseo de fichar por los blancos este verano.
Su peligrosidad es sin duda un motivo para mantenerse callado ante la negativa del PSG a cumplir con su promesa. El club había prometido que cuando los blancos fuesen a por él, le escucharían, algo que no ha sucedido. Ahora, para ejercer más presión sobre el futbolista, Mbappé tendrá que sufrir a los irritados ultras del conjunto de la capital y eso que no ha tenido salida de tono alguna para forzar su venta.
De los más peligrosos de Europa
Si hay algo que empaña el fútbol francés son los grupos ultra de sus equipos. A lo largo de los años se han sucedido episodios bochornosos, muchos de ellos bastante recientes. En la primera jornada de la presente campaña, cuando los del Niza saltaron al terreno de juego para agredir a los jugadores del Olympique de Marsella. También se dieron incidentes en la Eurocopa 2016 disputada en Francia, donde se enfrentaron en las vías de servicio de las carreteras a los hooligans ingleses o hace dos temporadas, cuando los del Marsella entraron en las instalaciones del equipo para enfrentarse a plantilla, jugadores y directiva.
Aunque los del PSG no han protagonizado episodios violentos recientemente, también son peligrosos, como ya se pudo ver en la última visita a Madrid en Champions. Se trata de grupos neonazis y de extrema izquierda que han protagonizado confrontaciones ideológicas entre ellos. A pesar de que el Gobierno galo llegó a sacar un decreto para su disolución, siguieron proliferando escisiones igualmente violentas, que causaron un muerto en 2010.
Entonces, antes de la llegada de Qatar al accionariado del club, obligó al presidente del club a vetar su entrada en el Parque de los Príncipes. Las medidas se mantuvieron bajo el mando de Nasser Al-Khelaifi, pero hasta 2017. La fuerte presión que ejercieron sobre jugadores y cuerpo técnico llevó a la directiva a levantar el veto y permitirles de nuevo la entrada, aunque como un grupo unificado llamado CUP (Collectif Ultras París).